IBERO Puebla avanza hacia la Plataforma Laudato Si’
La Casa de Estudios suscribe el llamado del papa Francisco a implementar una ecología con perspectiva social en todos sus ejes de acción
“No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza”. Esta tesis es expuesta por el papa Francisco en su encíclica Laudato si’, un texto que propone nuevas formas de pensar y actuar para el cuidado de la casa común.
El romano pontífice contempla la educación como un eje fundamental para transversalizar este paradigma en la sociedad. Es así que la Plataforma de Acción Laudato Si’, materialización de los principios de la encíclica, ha convocado a instituciones educativas de todos los niveles para sumarse a la causa. La IBERO Puebla ha atendido este llamado.
“En 2020 se formó un grupo de trabajo de universidades. Me invitaron a participar para tratar de ver qué actividades se podrían llevar a cabo dentro de distintos ámbitos”, explica la Dra. María Eugenia Ibarrarán Viniegra, académica del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ de la Universidad Jesuita.
La Casa de Estudios se sumó formalmente a las actividades de la Plataforma en 2021 con la firma de una carta que fue enviada al Vaticano. La pluralidad de voces e instituciones que la conforman — desde hospitales y cooperativas hasta fundaciones — busca trascender las esferas religiosas para comprender la ecología integral como un fin independiente de la mirada católica.
Ibarrarán Viniegra ha encaminado la adhesión a la Plataforma junto a la Lic. Olivia Quiroz Centeno, coordinadora de Asuntos Académicos Internacionales de la Universidad. Su primera encomienda consistió en conformar el equipo interno de la Plataforma Laudato Si’, para lo cual se convocó a otras ocho personas colaboradoras de diferentes áreas de la Institución, así como a un alumno como representante estudiantil.
Desarrolla Quiroz Centeno: “Cada mes tenemos una agenda que revisar, tareas encomendadas, reporte de las tareas… Y así es como vamos avanzando. En un principio teníamos que empaparnos de todo lo que está en la Plataforma, asumir el conocimiento de la propia encíclica para entonces aportar desde nuestras áreas”.
La Plataforma ha planteado siete objetivos que deberán ser atendidos por sus aliados durante los próximos siete años: respuesta al clamor de la tierra; respuesta al clamor de los pobres; economía ecológica; adopción de estilos de vida sustentables; educación ecológica; espiritualidad ecológica, y resiliencia y empoderamiento de comunidades.
Varias de estas categorías ya forman parte de las políticas de la IBERO Puebla para tener un campus sustentable. La planta de tratamiento de agua recibió el mantenimiento necesario para reducir en 40% el agua requerida para el funcionamiento del campus, pues permite reutilizar las aguas negras y grises en el riego de áreas verdes.
Mientras que se ha implementado un sistema integral para reducir el uso de luz artificial y se han instalado paneles solares, la gestión de residuos sólidos ha apostado por la separación. A ello se suman los proyectos piloto de sistemas de movilidad eléctrica y la articulación de infraestructura adecuada para estimular el uso de bicicletas.
Asegura el Dr. Francisco Valverde Díaz de León, académico de la Institución: “Las universidades jesuitas tienen en el corazón la atención a comunidades vulnerables, en las periferias de las ciudades y en las comunidades rurales, en donde también hay crisis de habitabilidad”.
Para lograrlo, el alumnado de la Universidad se convierte en un actor clave. La Dra. Belén Castaño Corvo ha acompañado el proceso de transversalización del cuidado medioambiental en los planes curriculares; en específico, en las asignaturas del Área de Reflexión Universitaria (ARU), espacio académico destinado al aprendizaje y práctica de la filosofía de la IBERO Puebla.
“Es algo que ya que se viene oyendo cada vez más. El papa Francisco lo ha puesto sobre la mesa: es necesaria esta ética del cuidado, entrar en otro paradigma totalmente distinto […] opuesto al individualismo. Es necesario este cuidado entre nosotros y de la naturaleza, de esta casa, pensando en las nuevas generaciones”: Mtra. Belén Castaño
A través de materias como Dilemas éticos del desarrollo y Cuidado de la casa común, estudiantes de todas las licenciaturas se involucran directamente en las reflexiones sobre el medioambiente y proponen acciones desde sus respectivas profesiones. “Es un espacio muy rico y necesario para poder trabajar este tema que nos afecta a todos”, apunta la académica.
Olivia Quiroz abona en esa línea: “Nuestro centro son los estudiantes […] importa que un compromiso de este tamaño lo asumamos como institución. No sería posible si no fuera bajo esta sombrilla de la transversalidad y la interdisciplinariedad”.
El cuidado de la casa común se suma a los ejes transversales de interculturalidad y perspectiva de género que la Universidad Jesuita ha abrazado como parte de su apuesta por una educación de excelencia para incidir en un mundo roto y al que se le agota el tiempo.
Espera la segunda parte de este reportaje.
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Universidad Iberoamericana Puebla
Reportaje: Roberto Pichardo Ramírez